¿La cosmética natural produce alergias?
Las alergias, intolerancias y diferentes hipersensibilidades son fuente de numerosas dudas a la hora de escoger un cosmético y una de las consultas más habituales en el buzón de theCosmethics. Por eso con esta entrada en nuestro magazine queremos dar respuesta a muchas de vuestras dudas y crear una pequeña guía de compra en cosmética natural para aquellas personas que sufren algún tipo de alergia o intolerancia. También queremos dar algún dato importante para todas esas personas que sufren este tipo de problemas y no conocen la posible relación entre su alergia y diferentes componentes en cosmética.
Alergias, intolerancias y piel
Muchas personas confunden los conceptos de alergia e intolerancia así que, antes de nada, vamos a profundizar un poco en cada uno de ellos:
En una alergia o hipersensibilidad, nuestro sistema inmunitario es siempre el responsable de esa reacción de “rechazo”.
Explicándolo de una forma simple, digamos que nuestro cuerpo identifica como extraña alguna sustancia que entra en contacto con él, bien sea a través de la piel, de las mucosas, del sistema respiratorio, de la sangre o del sistema digestivo y genera una reacción a través de las células inmunes que crean anticuerpos contra ella.
Existen varios tipos de alergias y dependiendo de las células y anticuerpos implicados se manifiestan de diferentes formas. Algunos ejemplos de alergias distintas son la dermatitis de contacto, las alergias respiratorias, la enfermedad celíaca o una reacción anafiláctica a un alimento o a la picadura de un insecto. Cada una de ellas se genera a nivel fisiológico de distinta forma y su repercusión en el organismo es distinta.
Una intolerancia alimentaria no implica una reacción de rechazo por parte del sistema inmune, si no que hace referencia a una mala asimilación digestiva de algún alimento o molécula que lo compone.
Se puede manifestar como algún tipo de malestar digestivo, pero también puede repercutir a otros niveles produciendo síntomas como cefaleas, malestar, fatiga e incluso algún tipo de reacción cutánea (exceso de grasa, sequedad, rojeces…).
Relación entre alergias y efectos de esas sustancias sobre la piel
Cuando una persona sufre algún tipo de alergia diagnosticada mediante pruebas médicas, debe evitar este alérgeno dentro de lo posible. Como es evidente, no tendrá que tomar las mismas medidas una persona que tiene alergia estacional al polen, que otra que presenta una reacción anafiláctica frente algún alimento como puede ser el marisco. En el segundo caso, tendremos que evitar todo contacto con el alérgeno y las medidas preventivas deben ser máximas.
Aunque no todos los alérgenos tienen la capacidad de penetrar la piel y crear una reacción alérgica cutánea, si tenemos alergia a alguna sustancia debemos ser muy cuidadosos a la hora de poner esa sustancia en contacto con nuestra piel. Por ejemplo, el gluten es una proteína que habitualmente no atraviesa la membrana de la piel y por lo tanto una crema que tenga algún componente susceptible de contener gluten no suele causar una reacción notable en personas celíacas. En cambio, en personas muy sensibles o si se ingiere en un pintalabios u otro producto facial sí que podría resultar dañino. Otro ejemplo en sentido inverso sería una persona con dermatitis de contacto por alergia a la lavanda, que debería evitar siempre cualquier cosmético que contenga su lavanda o derivados ya que causarían urticaria de forma inmediata.
¿Qué pasa si soy sensible o alérgico a una sustancia pero he hecho la prueba y sobre la piel no me afecta?
Pues bien, estos son los casos más controvertidos, ya que es difícil demostrar si un producto es inocuo o no con un uso continuado y seguramente los resultados de tal prueba deberían ser individualizados. Nuestro consejo es que en estos casos lo mejor es prevenir, ya que cabe la posibilidad de que esa sustancia usada cada día, aporte más perjuicios que beneficios a tu piel y, sin llegar a crear una reacción grave, pueda producir un desequilibrio como sequedad excesiva, rojeces, picor o granitos.
Signos en la piel que pueden ser causados por alergias o intolerancias
A veces simplemente por usar un producto de cosmética natural y/o ecológica tenemos la creencia de que está libre de causarnos algún tipo de alergia o reacción en la piel y como ya explicamos no es verdad. La cosmética natural se compone mayoritariamente de vegetales y entre ellos se encuentran numerosos alérgenos a los que mucha gente es más o menos alérgica: gramíneas, frutos secos, gluten, frutas, flores…
Por ello, cuando empleamos un producto y no nos va bien por lo que sea, no está de más repasar la lista de ingredientes y ver si alguno de ellos puede ser el causante de nuestro problema. Una sensibilidad a un producto no siempre se produce en forma de picor y rojeces sobre la piel, si no que son muchos los signos que nos pueden hacer pensar que algo no nos va bien.
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Eczema/dermatitis: el eczema o la dermatitis son las formas más claras de alergia a un componente. Si al aplicar un producto notas que la piel se enrojece, pica e incluso se forman pequeñas vesículas, grietas o descamación, deberás retirarlo inmediatamente y buscar el componente que puede ser causante de esta reacción. Una firma especializada en pieles extremadamente sensibles es Pai Skincare, salvo que seas alérgico o intolerante al aceite de nuez, esta marca le irá muy bien a tu piel.
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Exceso de grasa: a veces los cosméticos producen un exceso de grasa sobre la piel por su composición oleosa, pero también puede ser que siendo no comedogénicos algún componente no sea del todo tolerado por ella. Un ejemplo pueden ser los derivados de la leche, que aplicados sobre la piel en una piel sensible a ellos, pueden producir un desequilibrio graso.
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Sequedad e irritación: este es un síntoma típico que, sin llegar a producir una alergia, se da en muchas personas alergias a algún componente. Por ejemplo una crema con aceite de nuez en una persona alérgica a los frutos secos puede provocar que ciertas zonas de la cara se muestren irritadas y quebradizas. Si eres alérgico a los frutos secos y al aceite de nuez revisa muy bien el listado de ingredientes de la firma Pai Skincare; es una marca especializada en pieles sensibles pero algunos de sus productos contienen este ingrediente.
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Caspa: no debemos olvidarnos del cabello y los productos que aplicamos sobre él, ya que se trata de una zona de la piel especialmente sensible y propensa a reaccionar. La descamación del cuero cabelludo puede tener muchas causas, pero una de ellas es la aplicación de sustancias controvertidas.
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Picor en los ojos: a veces los productos faciales y de maquillaje no causan reacción sobre la piel pero sí irritación en los ojos. Debemos tener especial cuidado con los que contienen alcoholes, aceites esenciales o productos químicos que puedan ser el origen de ello. Los geles de ducha y baño de Dr.Bronner’s elaborados a base de jabón de Castilla están elaborados con aceites esenciales. Siempre indicamos que se debe tener especial cuidado en la ducha si se usan como champú. Debido a su perfume natural pueden provocar intensos picores en los ojos si te cae una gota.
Ingredientes en cosmética natural más susceptibles de causar alergias y su relación con alérgenos
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Aceites esenciales: los aceites esenciales son especialmente concentrados y contienen gran cantidad de partículas extraídas de la planta de origen. Además contienen terpenos presentes de forma natural que pueden funcionar como alérgenos en muchas personas. Fíjate bien en la presencia de aceites esenciales y si tienes la piel sensible debes evitar grandes concentraciones de ellos. En este caso te recomendamos el gel de ducha sin fragancia Baby Mild de Dr.Bronner’s. Cualquiera de los otros puede ser negativo para ti.
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Extractos de plantas: en cosmética natural se emplean muy habitualmente extractos vegetales de multitud de plantas. A veces son fácilmente identificables en la lista de ingredientes pero otras veces se encuentran bajo el nombre del producto final, como es el caso de Coco Betaine. Un ejemplo claro sería el caso de una persona alérgica a las rosáceas (manzana, pera, fresas, ciruelas, albaricoque, almendras, kiwi…) que debería evitar extractos de estas plantas en su cosmética.
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Derivados animales: en este grupo se encuentran derivados de la leche (como el suero), del huevo (como algunas enzimas y proteínas) y los productos de apicultura (miel, jalea real, propóleo, polen), que aunque originalmente no son animales, sí que están procesados por las abejas. En el caso de la leche y el huevo a veces puede ser complicado identificar el compuesto, ya que suele venir el nombre de la molécula o derivado de laboratorio empleado, y que no hace pensar en su origen. Por ello si eres alérgico a estas sustancias estaría bien consultar a un profesional que te ayude a identificarlos. Por otro lado, el propóleo y otras sustancias apícolas empleadas en cosmética pueden producir alergia o ser mal toleradas por muchas personas produciendo irritación u otros síntomas. Una solución simple es emplear cosmética vegana. Existen multitud de opciones y es una forma 100% segura de evitar derivados animales que puedan ser perjudiciales para alguien sensible.
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Aceites vegetales: los aceites obtenidos de la presión de semillas y frutos (almendras, nueces, avellanas, sésamo…) suelen ser bien tolerados por la mayoría de las personas. Aún así a mucha gente no le va bien uno de ellos en concreto o le produce algún tipo de irritación. Éste puede ser el síntoma que delata una ligera hipersensibilidad a ese producto en concreto que hasta ese momento pudo pasar desapercibida. Ni que decir que las personas alérgicas a frutos secos, semillas de sésamo o frutos de cáscara deben de evitar sus respectivos aceites en los cosméticos.
Recuerda que si eres intolerante o alérgico a algún ingrediente puedes llamarnos para que te podamos asesorar y añadir muestras específicas a tu pedido.
- El equipo theCosmethics
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