Gimnasia facial: qué es y cómo puede ayudarte

Nuestro rostro y cuello necesitan, al igual que el resto de nuestro organismo, ejercitarse día a día. La gimnasia facial se ha convertido en una práctica que muy pocos se han podido resistir a probar. Muecas, movimientos controlados, divertidos ejercicios que ayudan a tonificar los músculos que más notas el paso del tiempo y que muchas veces en nuestras rutinas de ejercicios olvidamos.

El cuidado de nuestro organismo es un pilar fundamental y por eso intentamos buscamos las mejores opciones para mantenernos saludables. Practicamos deporte, intentamos llevar una alimentación equilibrada y complementamos este estilo de vida con el uso de productos cosméticos que respetan nuestra piel. Dentro de esta rutina diaria, hoy queremos hacer especial hincapié en las zonas del rostro y cuello, ahora menos visibles por el uso obligatorio de las mascarillas pero que no debemos descuidar. 

Cuando sonreímos, nos enfadamos, nos sorprendemos o sentimos algún tipo de emoción estamos ejercitando nuestro rostro. Contraemos los 57 músculos que conforman el rostro y el cuello unas 15 mil veces en un solo día y por ello necesitan también que les dediquemos unos minutos. ¿Te resulta familiar el término “gimnasia facial”? Quizás asocies los estiramientos y rutinas de ejercicios a otras partes de tu cuerpo pero a continuación descubrirás cómo puedes realizar una variada serie de movimientos que te ayudarán a estimular esta musculatura.

La gimnasia facial es una práctica común en las sociedades orientales que poco a poco se ha ido abriendo camino en occidente. Buscando mantener el nivel de elasticidad y firmeza de la piel, muchas son ya las personas que han adoptado este interesante método contra el envejecimiento prematuro del rostro y del cuello.

¿En qué consiste la gimnasia facial?

La gimnasia facial se fundamenta en la realización de diversos ejercicios que, a través de la repetición, ayudan a tonificar y entrenar los músculos del rostro y cuello. Al estimular la musculatura facial esta produce una mayor concentración de fibras de elastina y colágeno, lo que interviene directamente en la prevención del envejecimiento prematuro de la dermis.

Practicarla también ayuda a disminuir la tensión que se genera cuando realizamos ciertos gestos. La zona frontal, interciliar, que es la que se encuentra entre las cejas, periocular o la bucal son algunas de las zonas en las que se puede generar una gran tensión y que  podemos llegar a relajar gracias a esta práctica. 

Ahora que ya sabes en qué consiste la gimnasia facial, te contaremos cómo puedes iniciarte en ella. No necesitas ningún accesorio, tus manos y la perseverancia serán suficientes. Pero si quieres puedes utilizar una piedra gua sha para realizar un masaje. Son muy prácticas. Si te interesan mucho este tipo de masajes te recomendamos este artículo.

¿Cómo puedo hacer gimnasia facial?

Lo primero que debes saber es que son ejercicios que tienen que realizarse con calma, siendo consciente de cada movimiento. Son unos minutos en los que es importante que estar relajado y olvidarse del reloj, ¡colócate delante del espejo y disfruta del tiempo que te dedicas! Puedes optar por realizarlos al final del día ya que al relajarte haciéndolos liberarás también la tensión acumulada durante toda la jornada. 

En cuanto a la frecuencia, dos veces por semana es una buena opción para comenzar, después podrás incrementar la frecuencia si así lo deseas y practicarlo siempre que notes tensión. 

Asimismo, al igual que en cualquier tipo de deporte o ejercicio físico que vayas a realizar, lo primero y más importante es el calentamiento. Aunque creas que puedes saltarte este paso, es fundamental. Puedes realizar un suave masaje con las yemas de tus dedos para estimular la circulación. Una buena opción es hacerlo aplicando tu crema hidratante habitual, aplícala con movimientos ascendentes sobre las zonas que desees ejercitar y le aportarás hidratación, luminosidad y frescura, beneficios extra que tu piel agradecerá. 

Algunos ejercicios para…

– Tonificar la piel del rostro: cierra tu boca y mueve tu lengua de derecha a izquierda y viceversa en repeticiones de 10. Un ejercicio sencillo que te ayudará en esta tarea. 

 Mejorar cuello y papada: coloca tus manos de manera horizontal en la base del cuello, eleva tu rostro mirando hacia el techo y frunce los labios, así podrás ejercitar estas zonas que, en ocasiones, resultan más conflictivas. Otro ejercicio que puedes realizar es girar lenta, y de manera alternativa, la cabeza hasta que se alinee con cada hombro. Una vez se produzca esto último, succiona tus mofletes hacia dentro poniendo la tan conocida “cara de pez”. Unas 15 repeticiones serán suficientes para ir notando poco a poco sus efectos.

Si deseas centrarte en la zona de la papada de manera específica puedes levantar la barbilla, colocar tu mano debajo de los músculos de la mandíbula y estirar hacia delante y arriba. 

– Reducir y prevenir arrugas en la frente: coloca las yemas de los dedos de forma vertical en el centro de la frente y desliza hacia las sienes. Tras este ejercicio, puedes tratar esta zona colocando tus manos esta vez en horizontal y estirar en dirección al cuero cabelludo mientras realizas el movimiento contrario con las cejas. Es muy importante en este segundo ejercicio que no frunzas la frente, sino estaríamos consiguiendo un efecto contraproducente. Puedes realizar series de entre 15 a 20 repeticiones. 

– Tonificar y activar la zona de los pómulos: de manera suave pellizca esta área en dirección a la sien y en toda la línea de la mandíbula. Al igual que en ejercicios anteriores, 20 repeticiones por zona son suficientes para activar la microcirculación, aportar luminosidad y tonificar esta parte de tu rostro. 

– Combatir las pequeñas arrugas de los labios: para este propósito te presentamos uno de los ejercicios más divertidos. Pronuncia en voz alta las vocales (a, e, i, o. u) intentando vocalizar lo máximo posible. Repítelo 10 veces. 

– Tratar el contorno de ojos: como si estuvieras tecleando en un ordenador, realiza este movimiento con los dedos comenzando por la zona donde suelen aparecer las bolsas, sube hacia las cejas y completa el ejercicio cerrando el círculo. 

Al igual que debes iniciar calentando tus músculos, es importante que los relajes una vez finalices tus ejercicios. Realiza un nuevo masaje con las yemas de tus dedos y, tras este, cinco respiraciones abdominales lentas con los ojos cerrados. ¡No existe mejor forma de terminar!

Beneficios de la gimnasia facial

Uno de los motivos por los que ejecutar la gimnasia facial es que normaliza la circulación de sangre y linfa gracias a la liberación de tensiones musculares. En nuestra rostro hay miles de capilares que, cuando existe tensión en los músculos, se bloquean de manera que nuestro rostro no se nutre de manera óptima. Gracias a esta práctica podrás solventar este problema. Por otro lado, permite mejorar la oxigenación de la piel activando a su vez el proceso de regeneración de tejidos y el metabolismo celular. 

Otro de los usos recomendados de la gimnasia facial según los expertos es para fomentar la rehabilitación en procesos de parálisis neuromuscular facial. 

Sus beneficios y resultados a largo plazo dependerán de tu constancia, pero si decides aceptarla como una práctica dentro de tu rutina de cuidados podrás observar como tu cutis te lo agradece dotándote de una apariencia saludable.

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