Alcohol y fragancias en cosmética
Cuando hablamos de piel sensible, nos referimos a aquellas pieles que son delicadas y fácilmente reactivas a agentes externos. Estos agentes pueden ser simplemente físicos, como el frío, el calor, los roces… o químicos. Hoy vamos a hablar de éstos últimos y teniendo siempre en cuenta que con químicos nos referimos a cualquier sustancia, de procedencia natural o no, que pueda estar implicada en este proceso. Nos gusta aclararlo porque muchas veces entendemos la palabra “químico” por contrario a natural, cuando en realidad esto no es así y toda la naturaleza está compuesta de sustancias químicas (de origen natural). Emplearemos entonces los términos de sustancias naturales o de síntesis, refiriéndonos así a los químicos no presentes en la naturaleza y producto de reacciones de laboratorio.
Volviendo al tema que hoy abordamos, enumeraremos por una parte algunos de los químicos que más comúnmente producen reacciones de irritación o alergias y después daremos unas pautas a seguir a la hora de escoger un cosmético cuando nos encontramos ante una piel sensible o reactiva. Si complementáis este post con el anterior en el que os nombramos 4 ingredientes químicos y potencialmente carcinógenos, tendréis así una pequeña guía de uso a la hora de analizar los INCI o formulaciones de vuestros cosméticos cada vez que dudéis sobre la seguridad de aplicar un cosmético sobre vuestra piel.
Fragancias
Las fragancias son compuestos que se emplean para aromatizar cosméticos y están formadas normalmente por un terpeno (sustancia sin olor) y alcoholes, cetonas, aldehídos… Aunque están presentes en gran cantidad en perfumes y desodorantes, también son constantes en formulaciones de geles, cremas, champús, lociones…
Existen fragancias de origen natural y otras que se obtienen mediante síntesis en laboratorio. Todas ellas son susceptibles de causar algún tipo de irritación sobre la piel o incluso alergia, aunque algunas como el geraniol, cinnamaldehyde, hidroxicitronelal, eugenol o el musgo de encina absoluto son algunos de los alérgenos más comunes de este grupo de sustancias. Este último, por ejemplo, es una fragancia de origen vegetal y que forma parte en la composición de algunos aceites esenciales, por lo que insistimos: ninguna de ellas, natural o artificial está exenta de causar irritación.
La diferencia está en que si una fragancia es producida por síntesis en un laboratorio es más fácil que nuestro cuerpo la reconozca como extraña y haga una reacción alérgica contra ella.
¿Qué recomendamos si tienes la piel sensible o eres una persona predispuesta a sufrir alergias? Que evites todos los cosméticos que en su composición (INCI) contienen la palabra parfum, fragance, fragancia… y tengas especial cuidado com los irritantes más comunes: geraniol, eugenol, etc. Si tu piel es verdaderamente sensible escoge productos simples, con compuestos conocidos y naturales y evita toda fragancia, natural o artificial, ya que todas ellas pueden irritar la piel.
Alcoholes
Al referirnos a alcoholes, estamos englobando un grupo de compuestos muy presentes en cosmética, debido a sus propiedades (humectantes, emulsionantes, conservantes o emolientes) y que pueden ser tanto naturales como de síntesis.
Diferenciaremos los alcoholes de cadena corta, más volátiles e irritantes y los de cadena larga, de consistencia grasa y más empleados como espesantes y emulsionantes.
- Alcoholes de cadena corta
Alcohol denat: también conocido como alcohol desnaturalizado, es uno de los alcoholes que más controversia genera y además está presente en infinidad de cosméticos. Es un alcohol de síntesis que no es más que etanol desnaturalizado, obteniendo así un alcohol con aroma y sabor más desagradable que el de las bebidas alcohólicas. El etanol en sí no conlleva un riesgo mayor que el de otros alcoholes similares, con un riesgo medio de producir irritación (de hecho empleamos etanol cuando por ejemplo aplicamos vinagre como cosmético). En cambio, su aparición en la lista de ingredientes incluye también de forma enmascarada la de otras sustancias que se emplean en el proceso de desnaturalizado de dicho alcohol, como el benzoato de denatonio y terbutanol, ya no tan aconsejables por su potencial toxicidad.
Alcohol bencílico: alcohol comúnmente utilizado tanto como producto sintético como de forma natural (ya que se encuentra en algunos aceites esenciales). Este alcohol también presenta un riesgo medio como irritante.
Ethyl alcohol: Si queremos buscar un alcohol con un riesgo bajo de irritación encontramos entonces el etanol, de origen vinícola o del cultivo de caña o maíz. Como veis, a diferencia del alcohol denat es de procedencia natural, por lo que no se le añade ningún compuesto en su producción y además de no ser muy irritante es apto para la fabricación de cosmética natural.
- Alcoholes de cadena larga
Glicerina: es una sustancia muy empleada en cosmética, presente en infinidad de productos debido a sus propiedades hidratantes y protectoras sobre la piel y su versatilidad como disolvente. Existe cierta controversia respecto a esta sustancia, ya que en muchas ocasiones su fuente natural es el petróleo. Aún así también puede tener origen vegetal y es esta la forma en la que se suele emplear en cosmética natural y bio.
Butylene glycol: se emplea como espesante, disolvente y acondicionador. Presenta cierto riesgo de producir irritación.
Propylene glicol: aunque presenta una mayor capacidad de producir reacción que el Butylene alcohol, ésta es menor que en el caso del alcohol denat.
Cetearyl alcohol: es un alcohol que se obtiene como derivado del coco y se emplea como emulsionante y espesante. Es muy empleado en cosmética natural y bio y su capacidad de irritación es baja.
Ahora que conocemos los alcoholes más comúnmente empleados en cosmética, ¿cuál debe ser nuestra elección a la hora de escoger un producto? En primer lugar, debemos tener en cuenta nuestro tipo de piel. Como en el caso de las fragancias, si tu piel es muy reactiva, evita los cosméticos con alcoholes de cadena corta artificiales. Además, debes escoger un producto de calidad y bien formulado y si contiene alcohol fijarte en que sea poco irritante y en baja concentración. Siendo así no debería de causar problemas. De hecho muchos productos para pieles sensibles llevan una pequeña cantidad de algunos alcoholes en su composición, lo cual tampoco tiene por qué suponer un problema si la formulación es correcta.
Cuando se trata de alcohol etílico o alcoholes de cadena larga de origen vegetal, estamos hablando de sustancias poco irritantes y que muchas veces se tornan necesarias para mantener la textura o las propiedades de ciertos cosméticos. De hecho, el alcohol es uno de los conservantes naturales empleados en cosmética más antiguos a lo largo de la historia y que sirve para preservar numerosos principios activos. El hecho de que un alcohol sea de origen vegetal lo hace más “tolerable” por nuestra piel, al no tratarse de una sustancia extraña dentro de la naturaleza, y si además su concentración y su potencial irritante son bajos, no tiene por qué suponer un problema para la salud de nuestra piel.
Eso sí, evita composiciones complejas y con demasiados compuestos que terminen en “-ol” y sobre todo, las que contienen alcoholes como el alcohol denat en grandes cantidades. Una excepción concreta y con la que no debes preocuparte es el caso de la glicerina vegetal, que es muy hidratante y protectora por lo que no debería suponer ningún riesgo para tu piel.
Otras sustancias irritantes
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Detergentes: forman parte de champús, geles, espumas limpiadoras… Seguro que si te hablamos del Sodium Lauryl Sulfate o el Sodium Laureth sulfate ya te suenan más. Empleados por ser potentes tensioactivos y por su capacidad de crear espuma, son sustancias irritantes que deberías evitar si tienes la piel sensible.
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Parabenos: muy empleados como conservantes por sus propiedades bactericidas. Tienen un alto potencial a la hora de actuar como alérgenos y se cree que pueden actuar como disruptores endocrinos, alterando nuestra función hormonal y pudiendo estar relacionados con determinados tipos de cáncer, aunque de ésto hablaremos detalladamente en otro post. Hoy en día, debido a todo ésto verás multitud de productos Paraben free. Aún así esto no excluye a otras sustancias, por lo que debes fijarte bien en su INCI porque en su lugar a veces encontrarás otras sustancias no mucho mejores para tu piel, como alcohol denat, siliconas, SLS, ftalatos o aluminio.
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Aminas: Las verás en la lista de ingredientes como MEA, DEA y TEA. Son compuestos que pueden ser cancerígenos y además son altamente alérgenos. Las verás disfrazadas de sustancia “natural” como la cocamide DEA, así que deberás prestar atención en la lista de ingredientes.
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Derivados del petróleo: Vaselina, parafina, aceites minerales, siliconas… todos ellos tienen la capacidad de taponar los poros de nuestra piel, evitando su correcta transpiración.
Sabemos que el post de hoy ha sido un poco denso y que seguramente tengáis que repasar y reordenar toda esta lista de ingredientes. Aún así nos gustaría recordar que estos son solo algunos de los agentes irritantes y alérgenos más comunes en cosmética y que existen muchos más. Si tu piel es sensible o reactiva recuerda que debes evitar cosméticos con una lista demasiado larga de ingredientes que no conoces, evitar irritantes como ciertos alcoholes o fragancias y tener sobre todo especial cuidado con productos complejos como los maquillajes o productos para uñas, ya que son los que suelen emplear sustancias más irritantes para tu piel. Prefiere un cuidado más simple y más natural y notarás la diferencia.
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