9 Pequeños cambios para sentirse mejor

La primavera es un buen momento para renovarse; tanto por dentro como por fuera. Es una estación en la que muchas personas nos sentimos mucho más activos que de costumbre y queremos aprovechar aún más el tiempo. Hacer más cosas y mantener un ritmo de energía constante. Y para que engañarnos… resulta mucho más sencillo que en invierno… las días son más largos y el tiempo cambia considerablemente. Dos puntos muy fuertes para quien desea aprovechar cada día hasta el penúltimo minuto. 

En primavera: renovar, limpiar, dejar ir y cambiar.

Comparto contigo “pequeños grandes” cambios para incorporar fácilmente en tu día a día y que creo que pueden ayudarte mucho:

Aliméntate bien

  1. Controla el consumo de azúcar. A estas alturas no quiero resultar pesada, hay suficientes estudios que indican claramente que su consumo no es positivo y que debemos hacer lo posible para reducir su consumo. ¿Sabías que es uno de los ingredientes que más envejece junto con el alcohol? Toma nota de mi receta de barritas con cerezas y albaricoques y ya verás como no vuelves a extrañar los snacks convencionales 
  2. Alcohol: la llegada del buen tiempo en muchas ocasiones hace que la vida social y terraceo sea más habitual, controla el consumo de alcohol. ¿Sabes exactamente qué puede llegar a producir el alcohol en tu piel?
  3. Reduce/elimina los alimentos procesados/enlatados: planifica tu alimentación y aprovecha para comer al aire libre. Prepara cremas/sopas frías, en esta época del año. Y si lo tuyo son las ensaladas, esta está buenísima, es de calabacín y guisantes y puedes llevarla en tupper.
  4. Incorpora en tus comidas: verduras de hoja verde, arroz integral, huevos cocidos…

La clave está en planificar tu comida con cierta antelación para comer variado y saludable.

Bebe mucho

¿Has probado alguna vez a comenzar el día con agua caliente y limón? ¿O con jengibre rallado? Aunque ambas opciones tengas un sabor muy intenso (sobre todo a esas horas del día) es un remedio natural fantástico para eliminar impurezas y drenar.

Incorpora a lo largo del día infusiones con hierbas aromáticas: el agua es fantástica para la piel y recuerda que el té verde contiene muchos antioxidantes y ayuda a calmar el enrojecimiento de la piel y las inflamaciones.

Exfóliate también con cepillo

El cepillado corporal es una forma fantástica de despertar el sistema linfático y exfoliar la piel; consigues eliminar la sequedad del invierno y cualquier descamación. Sigue con una ducha y luego con un bálsamo corporal para alimentar la piel.

Condimenta tu vida

Pon hierbas y especias aromáticas y antimicrobianas (como tomillo, salvia, orégano, romero, jengibre, canela, comino, cilantro y cúrcuma) a tu comida para estimular el flujo de enzimas digestivas. ¿Quieres saber cómo hacer un batido con cúrcuma?

Incorpora un auto-masaje diario en tu rutina

Haz ejercicio todos los días, por lo menos 20 minutos. Sí, todos los días

Una caminata al aire libre, nadar, gimnasio, deporte en equipo… Lo que quieras, pero ¡haz deporte! Bailar también cuenta, pero debes hacerlo varias veces por semana 

Ríete mucho más y deja de lado el enfoque negativo

Intenta controlar los pensamientos negativos y gestionar tus emociones para ser capaz de ver también lo bueno de cada cosa. Una mente positiva con un enfoque positivo te convierte en una persona más feliz.

¿Sabías que los neurotransmisores para sentirse bien (la dopamina, las endorfinas y la serotonina) se liberan cuando una sonrisa destella en tu rostro?

Más orden

En casa, en la agenda, en tus libretas… En cualquier sitio que haya vida y tú estés presente intenta que esté ordenado de forma que no pierdas tiempo buscando cosas, ni duplicando tareas. Se trata de organizarse lo suficientemente bien para optimizar tiempo/espacio y estar siempre (o casi siempre) cómodamente. Si quieres hacer cambios… ¡ADELANTE! Pero antes planifícate y piensa siempre en cambios que te hagan más feliz.

Medita

Digo medita porque es más fácil de comprender; pero mi consejo es que no te olvides de practicar la relajación todos los días. Frena, respira, sé consciente de qué pasa en cada momento y cada noche haz balance. ¿Has probado con un cuaderno de agradecimiento? Antes de poner el despertador anota en un cuaderno las 3 “cosas” por las cuales te sientes contento/feliz/agradecido (que hayan sucedido ese día).

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